Trapani

La parte más antigua de la ciudad divide el mar en dos, como una guadaña. Este es precisamente el origen de su nombre, Drepanon, del griego.
El mar para Trapani ha sido desde la antigüedad el elemento más importante, puesto que ha sido siempre una encrucijada de personas y comercio, empezando por la sal, uno de sus principales recursos.
Su pasado como ciudad próspera del Mediterráneo nos ha dejado hoy una ciudad rica en monumentos, palacios nobles, iglesias de gran valor histórico, majestuosos conventos ubicados en una península monumental que se descubre caminando, rodeada por el azul del mar, donde la luz se encuentra con la piedra dorada de edificios con múltiples capas de eras, dominaciones y de recuerdos. En el centro cultural de la ciudad, en el antiguo Borgo Annunziata, es imprescindible visitar el santuario con el mismo nombre, dedicado a la Virgen de Trapani y el Museo Regional “Agostino Pepoli”, tanto por el valor intrínseco del edificio que lo alberga como por sus importantes colecciones de esculturas, corales y pinturas, una de las cuales incluso se atribuye a Tiziano.