Fortificaciones, Puertas Urbanas, Murallas y Baluartes de Trapani
Trapani
Trapani se convirtió, a instancias del emperador Carlos V, en Urbs invictissima, gracias al fortalecimiento de su sistema defensivo que, aún hoy, es visible y enriquece la ciudad con un encanto histórico y monumental. Este último, abierto hacia el mar, ya había sido dotado de fortificaciones como lo atestiguan los antiguos orígenes del Castello della Colombaia, una fortaleza marítima ubicada en el extremo oriental del puerto.
La fortificación medieval de Castillo de Terra, un imponente edificio de planta cuadrilátera, con torres de media cortina y torres de esquina, debía proteger la ciudad en el lado norte, así como el canal que conectaba desde el puerto hacia el mar Tirreno.
Dos importantes puertas de la ciudad atestiguan la ampliación de la ciudad que pretendió el rey Giacomo de Aragón en 1286: Porta Oscura, una de las cinco representadas en el escudo de armas de Trapani, que está dominada por la torre dell’Orologio, que toma su nombre de su antiguo e importante reloj astronómico, y Porta delle Botteghelle (o ‘delle Putièlle’).
En 1535, tras la estancia en Trapani de Carlos V, que consideraba esta ciudad siciliana “una de las llaves del reino”, diseñada por el ingeniero bérgamo Ferramolino durante el siglo XVI, las murallas fueron reforzadas y ampliadas con poderosos baluartes, aislando la ciudad. del continente con un foso profundo y un canal navegable para evitar ataques piratas.
Una parte integral del sistema de defensa de la ciudad antigua eran el Baluarte dell’Impossibile, ubicado en la parte sureste, y el Baluarte Imperiale (o Sant’Anna), al noroeste: este poderoso baluarte, con muros inclinados y coronado por almenas, se convirtió en una prisión de la que era imposible escapar.
Incluso las denominadas murallas de Tramontana, de las que hoy se conserva una extensión de aproximadamente un kilómetro, forman parte del sistema de fortificaciones construido durante la dominación española. Además de disfrutar del sugerente panorama, desde estos muros es posible acceder a la playa del mismo nombre que se encuentra más abajo. Por el camino de la muralla de Tramontana se llega al Baluarte de la Conca, que se creó para defender y controlar la amplia franja de mar que hoy domina el centro histórico de Trapani y que permite disfrutar de un panorama excepcional gracias a los colores vivos del mar y anla luz de este tramo de costa.
Finalmente, en 1671, se construyó la Torre Ligny para proteger el extremo noroeste de la ciudad.
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