Torres de vigilancia

Las localidades de Castellammare y Scopello están rodeadas de torres de vigilancia, generalmente llamadas “torres de los sarracenos”, porque defendían contra incursiones y ataques de corsarios. Construidas en el siglo XVI con bloques de piedra calcárea, estas torres aún dominan el Golfo hoy en día, creando un panorama único. La Torre Bennistra se puede llegar desde el Baglio di Scopello, donde se continúa a lo largo de un sendero en subida durante aproximadamente seiscientos metros hasta llegar a la cima del acantilado donde se encuentra la torre. Desde aquí, se puede disfrutar de un panorama impresionante y, en días de mayor visibilidad, se puede ver la isla de Ustica en la distancia. Dominando la playa de Guidaloca en la contrada Ciavoli se encuentra la Torre Guidaloca, que mira hacia la parte oriental del Golfo de Castellammare y que fue utilizada hasta la Segunda Guerra Mundial. Por último, la Torre Doria es visitable desde hace poco, junto con la Casamatta costera, otra posición militar construida durante la Segunda Guerra Mundial, inmersa en un recorrido histórico-naturalista que se asoma a la antigua Tonnara y a los Farallones.