Antigua Tonnara di Scopello y Faraglioni

Acantilados afilados y dos peñascos en el mar, hoy símbolos de la localidad, se sumergen en las aguas cristalinas del mar de Scopello, a pocos kilómetros de la entrada sur de la Reserva Natural Orientada de Zingaro, entre la brillante vegetación mediterránea y un cielo azul casi todo el año. El pequeño golfo de Scopello es único en belleza. Justo en este golfo se encuentra la Tonnara di Scopello, una parada imprescindible para quienes visitan la zona. Enmarcada por el mar, sigue siendo una de las almadrabas mejor conservadas de Sicilia.

El complejo data del siglo XIII, embellecido con dos torres de vigilancia, una del 1200 y la otra construida por el ingeniero florentino Camillo Camilliani en la segunda mitad del siglo XVI. A finales del siglo XV, fue ampliado por la familia noble siciliana de Sanclemente, con nuevos espacios destinados a almacenes, carpintería, hornos y la logia donde se colgaban los atunes esperando ser procesados. En el siglo XVI, la propiedad pasó a los jesuitas, quienes ampliaron aún más el complejo con el área portuaria de los barcos y la pequeña iglesia.

La tonnara vivió un período de esplendor una vez adquirida en 1874 por algunos empresarios importantes, entre ellos Ignazio Florio, quien favoreció de inmediato las modernizaciones, como las oficinas administrativas y una casa principal. Con los Florio, la captura de atún aumentó significativamente gracias a la introducción de nuevas técnicas. La última pesca del atún tuvo lugar en 1984. Hoy en día, la tonnara alberga un centro de buceo, con la posibilidad de realizar inmersiones y excursiones en bote.

Es posible visitar la tonnara, una oportunidad única para conocer la historia de este lugar, observando embarcaciones, cuerdas, anclas, redes e instrumentos utilizados para la pesca del atún.