Buseto Palizzolo

Un paseo por los aromas y colores de una ciudad jardín.

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¿Conoces esos pueblos donde te detienes, casi por error, quizás un domingo por la mañana, y te sorprende por su belleza? Buseto Palizzolo es un pueblo pequeño, mucho menos famoso que la localidad cercana de Erice, pero un lugar donde vale la pena detenerse.
La naturaleza ha sido muy generosa en estos parajes, dando a esta zona uno de los territorios más fértiles de toda la isla. Y evidentemente, a lo largo de los siglos, el hombre ha aprovechado este don cultivando olivares, viñedos y huertas que hoy rodean el pequeño pueblo. El pueblo en sí, con la mayor parte de sus casas diseminadas por el territorio, rodeadas de jardines bien cuidados y llenos de flores, es considerado por sus habitantes como una ciudad jardín.

Buseto Palizzolo tiene un nombre que forma parte integrante de la historia de este territorio: concretamente, el término de origen árabe Busith hace referencia a la antigua masía sobre la que se construyó el pueblo, mientras que la incorporación de Palizzolo hace referencia a la noble familia Erice que en en la antigüedad se distinguió en el manejo de este territorio desde el punto de vista agrícola.
Antiguos cortijos, bagli y casales, así como los productivos parecchiate, es decir, espacios de tierra que no se utilizaban para la ganadería y estaban destinados por su productividad a los cultivos, han conformado la historia y fisonomía de este próspero territorio, cuyos acontecimientos estuvieron ligados a dos baronías: la de Arcudaci, a la que llego con el tiempo a través familias nobles de Trapani a Monroy, una familia de origen español antiguo, y al llamado Estado de Tursi, en el último período de los Príncipes Colonna.

El pasado resurge al observar las estructuras que caracterizan de manera única el paisaje de Buseto Palizzolo: los bagli, de los ambientes que se desarrollaron alrededor del patio interior, el bahal (del árabe). Estos antiguos edificios rurales con un encanto atemporal, como los viejos sabios, contemplan el paso de los siglos y embellecen el paisaje que lo rodea con sus estructuras, cuyo aspecto actual se remonta principalmente a los siglos XVIII y XIX. De hecho, ¡algunos bagli se remontan a Federico II! Como Arcudaci, Casale, Raguleo, Murfi, Racab y Bombolone, que se asentaron donde estaban las antiguas alquerías cedidas a los habitantes del Monte San Giuliano en 1241, otras, sin embargo, tienen orígenes del siglo XVIII o posteriores.
Estas estructuras aún albergan actividades tradicionales preservadas en el tiempo, como el tejido de alfombras, una actividad que presume de la elaboración de la trappita, decorada con colores vivos y diseños geométricos.
Buseto Palizzolo es el destino perfecto para los amantes de las actividades al aire libre: ¡aquí la naturaleza es para disfrutarla! Es el destino perfecto para los amantes del senderismo, la equitación y el ciclismo, la escalada en roca (boulder) entre el campo y las zonas montañosas. Los caminos que conducen desde el valle a las zonas boscosas y montañosas son espectaculares.

Entre las experiencias que se pueden vivir en estos lugares, no puede faltar un paseo por el encanto del Bosco di Scorace, un verdadero museo botánico al aire libre.
Pero Buseto Palizzolo es también un destino ideal para los amantes del mar que, alojándose en este lugar agradable y tranquilo situado en un punto muy céntrico del territorio, podrán llegar a las localidades marinas más bellas del oeste de Sicilia.
Se encuentra muy cerca de la bahía de Cornino y de su animada playa, pero también de la Reserva Natural Monte Cofano. Pocos kilómetros lo separan del encanto de las playas de Scopello, Castellammare del Golfo y Trapani y de excepcionales localidades marítimas como Macari, San Vito Lo Capo o el R.N.O. de Zingaro, de gran valor naturalista y marítimo.