Marettimo

En Marettimo solo hay una carretera y muchos senderos, lo que hace de la isla un destino popular para los excursionistas. Desde el centro de la ciudad, una red de caminos bien señalizados se abre como un abanico en todas direcciones que rápidamente conducen a una naturaleza virgen. En esta isla crece una exuberante flora debido a la riqueza de las fuentes de agua, por lo que es posible atravesar pinares con fragancias fragantes y llegar a zonas desde las que disfrutar de maravillosas vistas para luego ir a playas solitarias. Sus calas rodeadas de naturaleza y aguas cristalinas forman parte de un paisaje digno de ser admirado o experimentado gracias a fantásticas inmersiones de buceo en las que la transparencia del agua favorece la experiencia incluso para los menos experimentados en este deporte.
De la única parte llana de la isla ha nacido el centro habitado, que se remonta a finales del siglo XVIII. Una isla que ofrece itinerarios culturales, que incluyen restos arqueológicos e históricos y fragmentos de historia local, pero sobre todo un lugar para disfrutar de la belleza de la naturaleza.