Las cuevas de Marettimo

Marettimo

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Las cuevas de Marettimo, con sus nombres “parlantes” que anticipan sus características, son una experiencia que merece la pena vivir, descubrir, además, algunas de ellas son solo accesibles desde el mar. Las cuevas son excepcionales por su profundidad y por su conformación geomorfológica interna: desde la Cueva del Tuono hasta la del Cammello, que ofrece en las horas centrales del día la vista de los rayos del sol hundiéndose en el azul del agua del mar, un zona que ha sido también elegida por la foca monje para parir y criar a sus crías. Un piscina de agua dulce y la presencia de restos de cultura material caracterizan la Cueva de la Pipa, mientras que la que no hay que perderse, con su maravilloso fondo arenoso y una serie de elementos geológicos de estalactitas y estalagmitas, es Cueva Perciata, accesible en barco.

Un espléndido telón de fondo también caracteriza a la Cueva del Presepe con sus peculiares depósitos de piedra caliza, mientras que Cueva Ficaredda ofrece refugio a una especie protegida, el ave de las tormentas. Para terminar, desde la serie de pequeñas cuevas llamadas Ruttiddi se llega a la Cueva de los Innamorati, mientras que en la Cuela de la Bombarda es posible admirar una estalagmita en forma de mitra, el tocado papal, así como su sugerente telón de fondo.